Quintana Roo, México. – La Diócesis de Cancún-Chetumal realizó su peregrinación anual a la Insigne Basílica de Guadalupe luego que el año pasado fuera suspendida por la pandemia del covid-19.
El rezo del rosario fue presidido por el obispo, Pedro Pablo Elizondo y posteriormente inició la solemne eucaristía.
Esta ocasión participaron de forma presencial en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México 11 sacerdotes de Quintana Roo, de los cuales cinco eran diocesanos y cinco pertenecientes a la comunidad religiosa de los Legionarios de Cristo, y un sacerdote franciscano, además de un seminarista y dos laicos.
“Venimos a suplicarle su intercesión por los enfermos y difuntos, por sus familiares afectados, y dolidos, venimos a escuchar su dulce voz y su tierno corazón que nos dice como a San Juan Diego, que no te aflija o te acongoje cosa alguna, no estoy yo aquí que soy tu madre”, aseveró Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal
En su homilía el obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, pidió a la virgen de Guadalupe la protección para las familias de Quintana Roo, además por la salud de cuatro sacerdotes que se encuentran delicados salud a causa del coronavirus.
Este año la misa fue transmitida por las plataformas digitales de las diferentes parroquias debido a que no se permiten las procesiones ni aglomeraciones por protocolos de salud, y solo viajó una delegación representativa para pedir la bendición a la Virgen de Guadalupe.
Jair Negrete