Viaja sin familia
25 abril, 2019
Rompe las estructuras familiares y conoce nuevos mundos.
Cuando escuchamos la palabra “vacaciones”, se nos viene a la cabeza una palabra obligada: “familia”. Un concepto que es increíble y que nos encanta pronunciar , ya que es una de las cosas que más queremos en el mundo. Pero bien dicen que hasta el agua en exceso es mala.
Y es que desde muy pequeños tenemos en mente a las vacaciones como a una actividad que debe estar acompañada de mamá, papá, abuelos y hermanos, seguida de fotos que enmarcan un cumulo de buenos recuerdos que en breve pasarán a la posteridad. Pero que pasa si pensamos en la posibilidad de unas vacaciones sin esos seres que tanto queremos y decidimos hacer un plan con amigos, desconocidos o simplemente solos, podría sonar a un pensamiento directamente egoísta y alejado del amor.
Pero el cortar de vez en cuando a la familia de los planes de viaje y de vida podría ser una respuesta sana a la vida personal y de los mismos integrantes del núcleo, ya que aprendes en primera instancia a salir de tu zona de confort, donde los padres realizan su rol de coordinadores de itinerario, dejándote la posibilidad de estructurar tus propias actividades y horarios de acuerdo a sus gustos, presupuesto y estado de animo.
Con esto no se pretende recomendar una vida alejada de los padres y cortar de tajo la idea de las bonitas y tradicionales vacaciones familiares, sino de fomentar el experimento social de descubrir el mundo sin presiones y sugerencias, de equivocarse y encontrar soluciones a diferentes problemas y de conocer nuevas personas.
Por ello, prueba salir solo con tu pareja, con tus amigos e intenta otras más, sin absolutamente nadie, porque como dice Andrea García Cerdán en un articulo publicado en 2017 sobre los inconvenientes y beneficios de la soledad, el pasar tiempo con un mismo nos permite tener tiempo para pensar, conocernos, conectarnos, madurar y desarrollar ideas creativas que nos enseñen la importancia de vivir felices sin codepencia.
“Ama a tu familia, viaja con ella y también sin ella.”
Rodrigo Balderas